El modelo sanitario catalán. Distintos profesionales sanitarios de ámbitos asistenciales específicos han estudiado y publicado las consecuencias que para los ciudadanos, y para el sistema público de salud, está teniendo el modelo catalán, debido a la colaboración público-privada, sustentada por leyes y reglamentos que han dado cobertura legal a la mercantilización de la atención, en forma de consorcios o conciertos, y de este modo favorecer la ingeniería financiera.
Los recortes en el sistema público son anteriores a la crisis. Y aunque la crisis ha agudizado los problemas con unos recortes presupuestarios (2010-2015) en torno al 17%, la mayoría de los articulistas sostienen, que ésta ha sido la excusa perfecta para extender las políticas privatizadores en aras de la mayor eficiencia del mercado, falacia tan extendida: nadie ha aportado pruebas fiables, ni clínicas, ni económicas sobre la mejor gestión privada.
Estos recortes económicos han afectado especialmente al ámbito de la atención primaria, -en franca regresión-, lo que da cuenta, de que el modelo sanitario catalán pivota sobre la atención especializada, cuyo paradigma dominante es el biomédico, con una alienación hospitalocentrista y poco trasparente.
La asociación entre lo público-privado y la opacidad han favorecido la corrupción
Esta connivencia en Cataluña, como se argumenta en la mayoría de los artículos, viene de lejos; ahora bien, en los últimos años, el Govern de la Generalitat, han dado pasos legislativos que van a favorecer el desarrollo del acuerdo entre la Unión Europea y los Estados Unidos, el TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership), y el TISA
(específico para los servicios públicos), que de facto será una nueva oportunidad de negocio para las grandes corporaciones nacionales o extranjeras.
Revertir lo que hoy se privatice constará millones a las arcas públicas.
Los ciudadanos se organizan y luchan por la Sanidad Pública
La respuesta ciudadana por la venta de los servicios públicos de salud al mercado, ha sido contundente. Dempeus per la Salut Pública, es una organización cívica formada por ciudadanos, activistas, investigadores, profesionales de la sanidad, sindicatos y asociaciones de pacientes. En el artículo que publican en la mencionada revista, denuncian las agresiones al SSP, y exponen las corrupciones, “las puertas giratorias“, la impunidad y abusos que se han cometido durante muchos años, con gobiernos de CIU o del PSC.
El “caso Innova” de Reus, (con más 60 imputados), es uno de los ejemplos, y da cuenta de una modelo, de una estructura sanitaria, proclive a la corrupción.
Esperanza: conquistas ciudadanas
El acuerdo alcanzado, in extremis, entre la CUP y Junts pel Sí, para formar gobierno, debería tener entre sus prioridades legislativas, recuperar el derecho a la salud, publica, universal y de calidad. Deseamos que este objetivo haya formado parte de los acuerdos alcanzados.