Después de años de denuncias y movilizaciones, las listas de espera no mejoran, las cifras actuales son similares a las de años anteriores y detrás de los números están pacientes con demoras que muchas veces son inaceptables.
Las listas son inaceptables porque los tiempos de espera máximos deben ser establecidos de acuerdo a las guías de buenas prácticas clínicas de cada especialidad, mientras que las actuales demoras de la sanidad Asturiana no cumplen con los estándares, son excesivas y ponen en situación de incertidumbre y de riesgo a todas y todos los que están en esta situación .
En ocasiones, suponen de hecho una negación del derecho a la salud y una violación de nuestros derechos civiles.
Las actuales listas de espera no sólo pueden causar un gran perjuicio a la salud de las personas, sino que también destruyen progresivamente la Sanidad Pública porque desprestigian su capacidad asistencial y el esfuerzo de los profesionales, porque enriquecen el mercado de los seguros y las clínicas privadas y generan una sanidad injusta a la que se accede dependiendo del poder adquisitivo.
Las presiones y movilizaciones de la ciudadanía han tenido como resultado la promulgación de un decreto de garantías, en donde se recogen algunas de nuestras reivindicaciones: No derivar a la privada con ánimo de lucro, un compromiso de transparencia, la desaparición de las listas negras (una lista única), un órgano ciudadano (meramente informativo) y poder acceder al registro de la lista de espera.
Sin embargo, la negativa de las autoridades a un Plan Estratégico que aborde los problemas de fondo, nos hace pensar que el Decreto, además de insuficiente, no se va a cumplir o que abrirá la puerta a nuevas argucias… ¿Quién se puede creer que se van a cumplir los tiempos de garantías que establece el decreto?
Es necesario informar y movilizar a la ciudadanía si queremos evitar unas listas de espera desproporcionadas y defender una Sanidad Pública de calidad