La deshumanización del parto en los hospitales

Carme Adán es una de las coautoras de un libro que aborda el trato sanitario que recibe la mujer embarazada a la hora de parir

Publicado en el Faro de Vigo. 22.09.2018

Carme Adán, Susana Iglesias, Josefina Goberna y Mercedes Oliveira.

En la foto Carme Adán, Susana Iglesias, Josefina Goberna y Mercedes Oliveira.
Hace once años que la violencia obstétrica está tipificada como delito en Venezuela, país al que luego se sumaron otros de Latinoamérica. Hace referencia al trato deshumanizado por parte de los profesionales de la salud en el procedimiento que conlleva un embarazo y también un parto y se produce en el ámbito de la violencia física a través de la práctica de episiotomías rutinarias, el uso de forceps, una cesárea sin justificación médica, tactos realizados por más de una persona o exceso de medicalización. En el plano psicológico se manifiesta en el trato deshumanizado de la gestante y el uso de un lenguaje inapropiado, discriminatorio, humillante o crítico respecto a su estado y el de su hijo.

Con motivo de la presentación del libro «El concepto violencia obstétrica y el debate actual sobre la atención al nacimiento», la librería Cartabón de Vigo acogió ayer un debate en el que participó la coordinadora del libro, Josefina Goberna-Tricas. Profesora en la Universitat de Barcelona que fue la organizadora del congreso que sirvió de germen al proyecto, que recoge la opinión de pediatras y médicos pero también de juristas, antropólogas o filósofas al respecto del trato que reciben las mujeres en el embarazo y el parto por parte del sistema sanitario.

«Hace referencia al trato deshumanizado, al abuso de medicación o a la patologización del proceso natural del parto», incidió Goberna-Tricas, que apuntó que el sistema de salud quita a las mujeres la «capacidad de autonomía» para decidir sobre el nacimiento de sus hijos. «Existe una sensación de malestar y los modelos de atención al parto tienen que cambiar y de hecho ya lo están haciendo porque están excesivamente medicalizados, casi se trata de partos en línea», consideró la experta, que apuntó que uno de los puntos a debate es también si el término «violencia obstétrica» es el adecuado. La medicalización del parto, recordó Goberna-Tricas, se implantó en el siglo XX para reducir la mortalidad pero ahora lo que tiene que cobrar importancia, aseveró, es un parto más humano y natural evitando las episiotomías de rutina, el elevado número de cesáreas que se realizan sobre todo en la sanidad privada, el abuso de la oxitocina para acelerar el proceso o la rotura forzada de la bolsa amniótica.

«No se trata de poner el énfasis en las prácticas. Lo más importante es que para las mujeres se trate de una buena experiencia, independientemente del tipo de parto que hayan tenido», remarcó.

Una de las autoras del libro fue Carme Adán, que participó ayer en el encuentro junto a Goberna y a la catedrática Mercedes Oliveira y Susana Iglesias, matrona del hospital del Salnés, pionero en Galicia en buscar formas naturalizadas de parto. «Es un apartado muy novedoso dentro de la violencia y entendemos que genere debate pero hay muchas mujeres que sintieron realmente que eran vejadas e incluso insultadas en algún caso aunque esto último creo que es algo que afortunadamente ya no ocurre», subrayó Adán, que subraya que el sistema sanitario «infantiliza a las mujeres, en general, y especialmente cuando están embarazadas». «Lo normal es que se les informen de los procedimientos que se le van a realizar y de las técnicas que existen a su disposición y que hay un plan de parto que pueden concretar para que se ajuste a sus expectativas», remarcó.

Por ello, consideró muy positivo «hablar de nuestros derechos» y celebró que en todos los debates se genera mucha expectación y también intensos debates. «Las mujeres no suelen contar cómo fueron sus partos y para muchas fue doloroso y muy traumático».

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