BMJ 28 de septiembre de 2023. BMJ 2023;382:e076963
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Los sistemas sanitarios son grandes emisores de gases de efecto invernadero por lo que contribuyen al cambio climático.
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Incluyen la energía generada a partir de combustibles fósiles en el funcionamiento de servicios y las cadenas de suministro de atención médica (transporte, productos farmacéuticos, equipos y alimentos).
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La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se puede lograr mediante legislación y políticas, liderazgo, gestión eficaz y prácticas sostenibles.
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Cada profesional de la salud, gerente, formulador de políticas, político y paciente tiene un papel que desempeñar.
La atención sanitaria en Estados Unidos, por ejemplo, representa el 8,5% de la huella de carbono del país, mientras que en Inglaterra es menos del 4,4%.
Compromisos netos cero. En 2019, el NHS de Inglaterra se convirtió en el primer sistema de salud del mundo en comprometerse con emisiones netas cero, prometiendo alcanzar el objetivo para 2050. Otros 60 paises tiene compromisos similares.
Reducir la huella de carbono de la atención sanitaria La atención sanitaria tiene varios problemas climáticos. Por un lado, debe reducir significativamente sus propias emisiones de gases de efecto invernadero. Por otro, debe gestionar y mitigar los impactos clínicos del cambio climático, lo que incluye los efectos directos del clima extremo (inundaciones, olas de calor, sequías, incendios forestales), pero también efectos asociados al clima (malas cosechas, contaminación del aire, el océano y la tierra, y refugiados climáticos).Se exacerban las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el asma infantil y las alergias respiratorias…
Deben implementarse planes viables para reducir las emisiones en el sistema de salud, como el uso de energía de fuentes renovables, la reducción de viajes de pacientes, visitantes y el personal, y la construcción de nuevas instalaciones energéticamente eficientes al tiempo que se modernizan o modernizan las existencias existentes. La atención sanitaria debe ser líder en sostenibilidad ambiental y los líderes clínicos deben ser defensores destacados de la adopción de medidas urgentes.
¿Qué contribuye a la huella de carbono de la atención sanitaria? Principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero en la atención sanitaria divididas en tres categorías.
¿Qué papeles desempeñan los médicos?. Abogacia de Salud pública. Las acciones que los médicos pueden tomar para mitigar los impactos del cambio climático en la salud no solo se dirigen a entornos de alto impacto, sino también a ejercer la abogacía por la salud: Abordar el impacto del sector de la salud en el cambio climático; Promoción de la educación y la sensibilización en materia de salud pública; Supervisar la vigilancia y las respuestas a las enfermedades; Desarrollar capacidades y capacitar al personal; Abogar por cambios de políticas; Realizar investigaciones y aplicar evidencia; Colaborar con otras partes interesadas e intercambiar conocimientos.
CAMBIO LEGISLATIVO. Todas las partes interesadas en la atención sanitaria tienen la responsabilidad de actuar y defender la sostenibilidad como buenos ciudadanos. Esto incluye a los pacientes y al público, y en particular a los formuladores de políticas y legisladores, gerentes y líderes y médicos. Y su acción se tiene que traducir en cambios legislativos.
INFLUIR EN LOS LÍDERES Y ADMINISTRADORES DE ATENCIÓN MÉDICA. Los médicos pueden influir en los gerentes y líderes en todos los entornos: en hospitales, centros de atención para personas mayores, proveedores de atención social, consultorios generales y otras organizaciones de atención médica. Pueden abogar por la compra de productos más sostenibles a medida que llegan al mercado, apoyar incentivos presupuestarios para una atención que genere menos emisiones de carbono e identificar alternativas a los bienes y equipos intensivos en carbono (que a menudo tienen un período de recuperación corto y, por lo tanto, liberan más recursos para productos de alto consumo). valorar el cuidado).
PROMOCIÓN DE LA SALUD PREVENTIVA. Centrarse en estrategias de atención sanitaria preventiva ayuda a reducir los altos niveles de energía y emisiones de la atención sanitaria aguda. La intervención menos costosa y más respetuosa con el clima es cuando no se requiere atención, especialmente atención aguda, que es costosa. Este tipo de iniciativas pueden crear un círculo virtuoso. Por ejemplo, el uso de transporte activo (por ejemplo, caminar o andar en bicicleta) reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire, lo que puede fomentar el ejercicio y promover el estado físico. Llevar una dieta basada en plantas, que a menudo es más saludable y consume menos carbono que las alternativas, puede conducir con el tiempo a una mejor salud de la población y a menos ingresos hospitalarios. Al desplazarse en transporte público, en bicicleta o caminando, los médicos pueden inspirar al resto del personal a hacer lo mismo. Si estos métodos de viaje no están disponibles, la mejor opción es abogar por su introducción.
REDUCIR LA ATENCIÓN DE BAJO VALOR. Se ha estimado que hasta el 30% de la atención médica es de bajo valor o representa un desperdicio y un mal uso de recursos. Reducir la prescripción excesiva, el tratamiento excesivo y las pruebas excesivas reducirá la huella ambiental de la atención médica, al mismo tiempo que abaratará los costes sin afectar negativamente a los pacientes. Algunos ejemplos incluyen una mejor administración de los antibióticos, la reducción de sangre, exámenes de detección, imágenes u otras pruebas innecesarias, y la reducción de procedimientos u operaciones innecesarias, Algunos programas específicos, como Choosing Wisely y Getting It Right First Time, han tenido como objetivo disminuir la atención y la variación injustificada. Realizar repetidamente procedimientos y pruebas que no proporcionan ningún beneficio neto para el bienestar de un paciente, agrega riesgo, hace un mal uso de recursos escasos y pierde oportunidades para usarlos de manera más productiva, y también hace que sea cada vez más difícil llegar al cero neto.