Tras la aprobación por el Consejo Interterritorial del Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria para los años 2022-2023, desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública queremos comunicar:
1.-Aunque en el documento se plantea la necesidad de un compromiso de las Comunidades Autónomas (CCAA) y el Ministerio de Sanidad para elaborar de manera conjunta presupuestos finalistas para recuperar la Atención Primaria, la realidad es que no se establecen cifras concretas para esta financiación y los proyectos de presupuestos de las CCAA y de los Presupuestos Generales del Estado, el incremento de fondos para este capítulo son tremendamente escasos, cuando no decrecientes.
2.- Esta actitud es especialmente grave cuando vamos a recibir un importante e irrepetible volumen de recursos económicos para la reconstrucción de la economía y de los servicios sanitarios, como la Atención Primaria. Si una parte significativa de estos fondos no se destinan a reconstruir la AP se va a perder una oportunidad única para acabar con la marginación de este nivel asistencial. Los compromisos de los gobiernos se manifiestan en los prepuestos no en las declaraciones.
3.- A pesar la reconocerse la necesidad de acabar con la precariedad e inestabilidad del personal, esta se pospone dos o tres años más. Parece renunciarse a recuperar al personal que emigro en busca de mejores condiciones laborales.
4..- El Plan es globalmente positivo en el reconocimiento y propuestas de cambios organizativos y funcionales que se llevan exigiendo desde hace años (integralidad, atención comunitaria, historia clínica accesible, participación, etc.), aspectos estos ya recogidos en el Marco Estrategico de Atención primaria aprobado en 2019, pero adolece de importantes ausencias y contradicciones como: la priorización por la digitalización y la informática en lugar de por una atención personal, presencial y continuada de la población; habla de dar una orientación biopsicosocial la atención y no plantea introducir cambios en la composición de los equipos de salud incorporando nuevas categorías profesionales para la patología mental que supone un tercio de la demanda y que se han disparado tras la covid; la fisioterapia para atender la patología osteoarticular vinculada al envejecimiento; atención social para atender los problemas de salud asociados a la precariedad, pobreza y marginación acrecentados en la pandemia, etc., etc. Parece apostarse por mantener la medicalización de los Centros de Salud (donde toda la actividad recae en la consulta medica) y reducir los equipos a personal médico y de enfermería
5.- Aunque se plantea la necesidad de la coordinación de servicios asistenciales, salud pública y recursos locales, ignora la necesidad de reformar y desarrollar de las Áreas Sanitarias imprescindibles para llevar a cabo una atención integral, integrada sobre los determinantes de la salud.
6.- No garantiza la atención presencial en los casos necesarios en un plazo razonable (máximo de 48 horas) ni establece medidas ni compromisos para acabar con las intolerables demoras en las citas existentes en la actualidad.
7.- No contempla la extinción del Modelo MUFACE para acabar con la situación de desigualdad, discriminación y apoyo a la privatización. Este modelo es un grave impedimento para una Atención Primaria integral, universal y equitativa.
Por todo ello entendemos que se trata de un Plan insuficente, sin una financiaicón adecuada y que no abordar los 3 principales problemas que ahora tiene la Atención Primaria, la falta de presupuesto, la escasez de personal y los problemas de accesibilidad (demoras excesivas y falta de garantia de atención presencial).
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
16 de Diciembre de 2021