Situada en el ojo del huracán desde que el Gobierno de Madrid anunció en otoño su decisión de privatizar otros seis hospitales, la empresa Capio parte como favorita en el nuevo proceso de «externalización» auspiciado por el PP. Gestora ya de cuatro hospitales integrados todos ellos en la red del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), el gigante de la sanidad público-privada ha permanecido hasta ahora inmune a las protestas. Y, sobre todo, ha permanecido protegido por una enrevesada estructura societaria internacional de la que solo se conocía una parte: aquella que conduce a Luxemburgo. Pero el hilo, y así lo acreditan los documentos oficiales a los que ha tenido acceso infoLibre, llega hasta un territorio aún más opaco y considerado paraíso fiscal por España hasta 2005: las Islas Caimán.