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Son 26 consultas de Especializada y tres áreas quirúrgicas del HUCA y Cabueñes. La mayor espera está en Urología de Avilés, con 200 días, LAURA FONSECA. EL COMERCIO- 19 febrero 201710
Si ahora mismo entrara en vigor el decreto de tiempos máximos de demoras sanitarias del Principado, 29 servicios hospitalarios recibirían un suspenso. Ningún hospital de la red pública, sobre todo en las consultas de Especializada, cumple con los plazos de espera máxima que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) prevé imponer por decreto. Tal y como adelantó EL COMERCIO, la normativa sobre listas de espera contempla fijar un techo de demora de 60 días para diez especialidades y de 180 días para seis procesos quirúrgicos. Se trata de las citas para ginecología, oftalmología, traumatología, dermatología, otorrinolaringología, neurología, cirugía general, urología, digestivo y cardiología. En el aspecto quirúrgico, las operaciones por los que el paciente no deberían aguardar más de seis meses son las de cirugía valvular, cirugía coronaria, cataratas, prótesis de cadera, prótesis de rodilla e histerectomía. También fija topes para pruebas diagnósticas. Sesenta días para colonoscopias, mamografías, ecografías, TAC y resonancias.
Un análisis realizado por este periódico hospital por hospital y especialidad por especialidad arroja que 29 servicios no cumplen con estas demoras. El HUCA y Cabueñes tienen en sus listados para operaciones de cataratas y prótesis de cadera y rodilla a pacientes que llevan esperando desde hace más de medio año. En La Cadellada hay en estas circunstancias 60 enfermos en oftalmología y seis en traumatología. En el hospital gijonés son cuatro los usuarios pendientes de un recambio de rodilla desde hace seis meses.
Pero donde más incumplimientos se observan no es en cirugía sino en las consultas. De hecho, no hay ningún hospital que cumpla al cien por cien con los criterios de demora máxima de 60 días. El que más suspensos recibe es el San Agustín, en Avilés, con siete de los diez servicios en los que se impondrán demoras máximas de dos meses con esperas superiores a ese techo. Precisamente, llama la atención lo que ocurre en urología, donde la demora para una consulta llega a los 200 días (casi siete meses). El segundo centro en el ranking de ‘infractores’ sería el HUCA, con seis consultas de especializada que superan el tope de los 60 días. En La Cadellada el área con más dilación es neurología, con 148 días de plazo para lograr una cita con el especialista. En el Hospital de Cabueñes son cuatro los servicios donde los pacientes aguardan más de dos meses para una consulta, y la mayor espera está en oftalmología, con 85 días. En el Hospital de Arriondas son tres los suspensos, dos en Jarrio y Cangas del Narcea, y uno en Mieres.
Por contra, los centros concertados, entre ellos el Hospital de Jove, en Gijón, se ajustan bastante más los tiempos máximos de espera que decretará la ley del Sespa. En este hospital solo las consultas de oftalmología superan los dos meses que se impondrán como tope, llegando en la actualidad a los 65 días. En el resto de especialidades los plazos están por debajo de los 60 días. En el Hospital Monte Naranco, en Oviedo, la única consulta que supera los dos meses es una que no se verá afectada por el decreto, y es la de geriatría, para la que hay 126 días de demora.
Cuatro meses para el registro
El Sespa tendrá que esforzarse, y mucho, antes de aprobar el decreto de tiempos máximos. Poner el contador a cero y hacer que al menos buena parte de los servicios hospitalarios se adapten a la normativa de listas de espera le obligará a redoblar esfuerzos. Los gerentes de las diferentes áreas sanitarias ya han sido advertidos de que tienen que «meter en cintura» a las áreas más saturadas. La única pega es que el Sespa quiere hacerlo sin contrataciones extraordinarias y sin recurrir a planes especiales. Es más que factible que una vez aprobado el decreto, Sanidad establezca un periodo de adaptación para que sus hospitales se vayan acoplando a las demoras máximas.
Para poder aplicar los tiempos de garantía, el Sespa creará un registro de listas de espera al que podrán acceder los pacientes. Así, junto al certificado que recibirá cuando sea propuesto para una intervención, una consulta o una prueba diagnóstica, el enfermo tendrá la oportunidad de poder consultar su tiempo de demora. No obstante, el Principado fijará un plazo para la entrada en vigor del registro. Será de cuatro meses desde la aprobación de la normativa para intervenciones y de seis meses para primeras consultas, pruebas diagnósticas o procedimientos terapéuticos.
El decreto será llevado el próximo miércoles a la comisión de demoras en el Sespa creada en febrero de 2016 en respuesta a la comisión de investigación de la Junta General. El documento ha sufrido importantes variaciones desde su elaboración inicial. El cambio más sustancial, exigido por IU como condición para seguir apoyando al Gobierno regional, ha sido la de impedir que haya derivaciones a la medicina privada. Los casos de enfermos que superen los tiempos máximos tendrán que resolverse en hospitales del propio Sespa, incluidos los concertados. Otra modificación, esta por exigencia de la Plataforma para la Defensa de la Sanidad Pública, es que los servicios que incumplan de forma reiterada las demoras máximas sean investigados. El colectivo iba un paso más allá y reclamaba sanciones, pero la Consejería de Sanidad no parece estar por la labor de imponer multas.