Activos de Salud y el Observatorio de Salud Pública del Principado

Observatorio de Salud en Asturias. Dirección General de Salud Pública del Principado

Las 1.830 fuentes de salud que tiene Asturias. El Principado ha elaborado un mapa de los recursos que contribuyen al bienestar de los ciudadanos

Rafael Cofiño Fernández 17.08.2018 | 08:20

Las 1.830 fuentes de salud que tiene Asturias

Una expresión bastante extendida en salud pública señala que, si «los principales factores que influyen en la salud son sociales, las soluciones también tienen que ser sociales». Esta frase trata de explicar que las condiciones donde vivimos y los entornos donde nacemos, crecemos, trabajamos y nos relacionamos son fundamentales para nuestra buena salud.

Actualmente existe evidencia científica disponible que afirma que aquellos barrios y pueblos con mayor tejido social y asociativo y con más recursos tienen más probabilidades de ser comunidades más saludables. ¿Pero todos los recursos que existen en una zona generan bienestar? No. Algunos, obviamente, porque no son saludables -imaginemos un barrio con barreras arquitectónicas y espacios poco respetuosos con el medio ambiente- y otros porque, aun pudiendo ser saludables, no son utilizados o conocidos suficientemente por la ciudadanía. Esto último ocurre con cierta frecuencia: tenemos demasiados recursos poco utilizados o poco conectados entre ellos.

En salud comunitaria llamamos «activos para la salud» a aquellos recursos que realmente sí son saludables y pueden mejorar la capacidad de las personas, de los grupos y de las poblaciones para mantener y sostener el bienestar y para disminuir las desigualdades. Es decir, un «activo para la salud» puede ser una asociación vecinal que está trabajando para mejorar el barrio, una senda o un camino que hace que el entorno sea más agradable y facilita a las personas que caminen por él; el trabajo organizado desde una asociación de madres y padres de un centro educativo; espacios de reflexión desde colectivos de mujeres; las diferentes prestaciones que se realizan desde los servicios públicos con criterios de calidad; una asociación que trabaja en promover encuentros y espacios culturales; las actividades que programa un Ayuntamiento para conocer mejor una ciudad o un pueblo; un buen parque con unos bancos que favorezcan un espacio de encuentro de la gente mayor, o las rutas de montaña que tenemos en Asturias.

Volviendo a lo que comentábamos antes: aquellas comunidades con más «activos», con más recursos saludables y con más recursos conectados entre sí van a ser comunidades cuyos habitantes van a tener más probabilidades de una mejor calidad de vida.

¿Cuántos «recursos saludables» tenemos en nuestra comunidad autónoma? Esta pregunta nos la hicimos allá por 2009, cuando estábamos comenzando a impulsar el Observatorio de Salud desde la Dirección General de Salud Pública. En Asturias a veces somos un poco derrotistas, y lo primero que pensamos fue: «Seguro que no estamos haciendo tantas cosas como en otras regiones».

Después de un recuento muy sencillo -enviando un correo a todos los ayuntamientos, diversas asociaciones y diferentes centros de salud, sin ser demasiado minuciosos- obtuvimos un mapa con casi cien activos. Un gran comienzo: cien proyectos de diferente tipo, algunos más ambiciosos, otros más sencillos, de personas que estaban trabajando para mejorar el bienestar de nuestra tierra.

Actualmente, ese mismo mapa cuenta con cerca de 1.830 activos para la salud repartidos por diferentes zonas de nuestra comunidad autónoma. Por supuesto, son todos los que están, pero no están todos los que son. Es decir, el mapa es un mapa abierto y en proceso continuo de trabajo. Cualquier ciudadana o ciudadano, asociación o institución -tras un sencillo registro en la página web del Observatorio- puede subir la información sobre un proyecto de salud o sobre un recurso que considere saludable.

En algunos municipios, donde hay procesos vivos de participación en salud, el mapa está más lleno que en otros. Los únicos criterios para estar en la página web son: tratarse de un recurso/activo que se desarrolle en Asturias, no tener efectos perjudiciales para la salud y no tener ánimo de lucro.

Pero el objetivo no es hacer un catálogo de recursos muertos que nadie utilice. Se trata de que sea una herramienta útil para la población. ¿Y cómo podemos acceder a ella? Todo el mundo puede acceder al mapa de activos para la salud desde la página web del Observatorio y desde la aplicación que hay disponible para dispositivos móviles. Además, para aquellos centros de salud que lo soliciten, se puede vincular dicho mapa al sistema de información que se utiliza en las consultas.

De esta forma, las personas que trabajan en Atención Primaria no sólo van a poder acceder a un listado de fármacos o procedimientos sanitarios para solucionar un problema, sino que también van a poder acceder a un listado de los recursos saludables que hay en su zona y podrían recomendarlos y comentarlos con sus pacientes en aquellos casos que consideren oportuno.

Porque éste es uno de los elementos clave del trabajo fundamental que se hace desde Atención Primaria y desde el Sistema Sanitario: considerar los aspectos biológicos, psicológicos y sociales que tienen las personas cuando consultan por un problema, tratar de evitar la medicalización y ofrecer la verdadera solución que requieren los problemas.

Asturias ha impulsado este proyecto a nivel nacional e internacional. Ha estimulado la creación de una Alianza para la Salud Comunitaria, formada actualmente por veintiuna entidades de ámbito nacional (universidades, sociedades científicas, gobiernos autonómicos, escuelas de salud pública…) donde el mapa de activos y el modelo de trabajo están siendo utilizados por otras comunidades: País Vasco, Cataluña, Andalucía… Asimismo, desde el Observatorio de Salud estamos asesorando proyectos similares en Argentina, Chile o Brasil.

De la misma forma que a nivel individual, en educación es muy importante valorar los aspectos positivos, los conocimientos y las riquezas que tienen las personas y no centrarse solamente en los problemas, a la hora de fijarnos en la cantidad de salud que tenemos en Asturias, no podemos medirla sólo por el número de enfermedades que tenemos. Es decir, vamos a saber cuánta salud tenemos en nuestros pueblos y barrios fijándonos también en la importancia de nuestros activos para la salud, de nuestras riquezas y recursos saludables, en cómo están conectados y generando proyectos de cocreación y ayudando, en definitiva, a construir una sociedad mejor.

Más información en: https://obsaludasturias.com/actius/project/web/actuaciones/obsa

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