Asturias tiene centros de salud y áreas sanitarias entre las más saturados del país, y dentro de la comunidad las diferencias son notables. Una investigación de la Fundación Civio recabó de cada comunidad autónoma el promedio de pacientes vistos al día en 1.988 centros de la red de atención primaria.
El trabajo evidenció que las áreas de salud III (con cabecera en Avilés) y V (con centro en Gijón) son la segunda y la cuarta donde los médicos de familia soportan una mayor sobrecarga. En la primera zona el pasado año atendieron a 41,73 pacientes por jornada, mientras en la segunda fueron 40,13. El área de Oviedo (IV) es la décima con mayor sobrecarga del país en esta especialidad, con 39,11 pacientes vistos al día.
La investigación, que forma parte del proyecto Medicamentalia, con el que la organización trata de poner luz sobre la gestión sanitaria, analiza la situación también centro a centro. En este apartado Asturias de nuevo aparece con tres ambulatorios entre los que mayor desequilibrio sufren. En el centro de salud de Noreña los médicos de familia vieron el pasado año a 47,6 pacientes al día, lo que supone la sexta mayor cota del país, y una situación que solo superan facultativos de Castilla y León, Murcia y Extremadura. Avilés-Centro es el octavo más sobrecargado del país, con 47,1 usuarios atendidos al día, y La Corredoria en Oviedo el décimo, con 46,1. En total, los médicos de 31 de los 85 centros de salud asturianos analizados lidiaron en 2022 con más de 40 pacientes diarios.
Civio advierte de que la situación real es incluso peor de la que presentan estos números. «¿El motivo? La presión asistencial en atención primaria se calcula como una media en la que se tienen en cuenta el total de días laborables, sin restar las vacaciones, y el número total de personas en plantilla, sin contar posibles ausencias por bajas médicas, permisos o periodos vacacionales», indica en el artículo que ha publicado sobre el asunto.
María José Sánchez Trapiello, delegada de Sicepa-Usipa, lo corrobora. «Nuestro horario es de ocho de la mañana a tres de la tarde, la agenda comienza a las 8.30 y en teoría tenemos 43 huecos asignados entre consultas presenciales, telefónicas y lo que llaman no demorables, que son las urgencias», explica.
«Cuando faltan compañeros»
Esta agenda teórica decidida por el Servicio asturiano de Salud (Sespa) no casa con la realidad de los datos. Según las estadísticas recabadas por la Fundación Civio, hay 14 centros donde el pasado año los médicos de familia tuvieron que atender a más de 43 pacientes al día como promedio. Uno de los factores que explican esa sobrecarga es que «cuando faltan compañeros sus 43 pacientes se reparten entre el equipo» que sigue trabajando, y que si viene un usuario con una urgencia se le atiende, aunque el cupo esté excedido, apunta.
Los datos de la Fundación Civio, queda dicho, muestran promedios para todo el año 2022, algo que oculta otra realidad. «En periodos de alta incidencia, como invierno o verano, podemos llegar a ver entre 55 y 60 pacientes al día en algunos sitios urbanos», indica. En una jornada laboral entre las 8.30 y las 15, esa carga implica que cada médico de familia no dispone de más de siete minutos por usuario para recibirle o llamarle, escucharle, formarse una idea, establecer un diagnóstico y explicar las pautas a seguir.