«Último día de pasar consulta en 2018. 64 pacientes. 64», ha manifestado con rabia Padilla. «Ojalá en 2019 no haya pacientes que tengan que ser vistos por médicos de familia que llevan vistas 63 personas antes que a ellos. Ojalá 2019 fuera el año de la atención primaria. Ojalá lo peleemos, claro», ha deseado.
Último día de pasar consulta en 2018. 64 pacientes. 64. Ojalá en 2019 no haya pacientes que tengan que ser vistos por médicxs de familia que llevan vistas 63 personas antes que a ellos. Ojalá 2019 fuera el año de la Atención Primaria.Ojalá lo peleemos, claro.
Este centro de atención primaria tiene una plantilla de 17 médicos repartidos entre la mañana y la tarde. «En mi consulta tengo a diario 45 huecos para citas, a lo que hay que añadir domicilios y pacientes sin cita cuando estoy de urgencias. Los pacientes están citados cada 5 minutos entre las 15 y las 19:30 horas, pero el tiempo que les dedico es el que cada uno precisa», explica Padilla a El HuffPost por correo electrónico.
La asistencia de pacientes a los centros de atención primaria se incrementa entre los meses de noviembre y marzo. «Especialmente las 6 primeras semanas del año porque se concentra la epidemia de gripe que suele colapsar los centros, cuenta Padilla.
Ver más de 35 pacientes al día por norma es algo que no es beneficioso para nadie»Javier Padilla, médico
El facultativo lamenta que sea frecuente la asistencia a tantos pacientes en una jornada, aunque recuerda que la falta de tiempo es algo histórico, de antes de la crisis. «Ver más de 35 pacientes al día por norma es algo que no es beneficioso para nadie, pero especialmente para la población que ha de ser vista por profesionales saturados y agotados», señala.
Padilla propone tres soluciones para solventar el problema:
- Aumentar el número de profesionales: médicos, enfermeros, fisioterapeutas…
- Redefinir qué es lo que tiene que hacer cada profesional para descongestionar las consultas de cosas que no deberían pasar por ellas, como son los justificantes laborales.
- Dar más autonomía de gestión a los centros de salud para que pudieran adecuar las agendas a las necesidades de la población.
Recortes desde 2012. Los recortes en la sanidad madrileña vienen de lejos. El consejero Javier Fernández-Lasquetty inició en 2012 una serie de políticas encaminadas a la privatización del servicio público de salud, que han continuado sus sucesores.
A pesar de las movilizaciones de la marea blanca de los profesionales de la sanidad que hicieron caer a Lasquetty y frenar en parte sus planes, los diferentes Gobiernos regionales del PP, con apoyo de Ciudadanos en la última legislatura, han reducido las ratios de profesionales médicos y de enfermería en atención primaria y han suprimido 1.200 camas en los hospitales públicos.
La Comunidad de Madrid tenía 0,64 médicos por cada 1.000 habitantes en 2016 frente a los 0,69 de cuatro años antes, según los datos recabados por la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid. El último recorte anunciado es la reducción del horario de atención al público en 14 centros de salud de la región.
El deterioro de la sanidad ha hecho mella en la valoración que tienen los madrileños. Solo los ciudadanos de la comunidad autónoma de Castilla y León tienen una peor percepción de la atención primaria que los de Madrid, según el Barómetro de Sanidad del CIS.