Todos los veranos se cierran camas en la Sanidad Pública. Todos los años los hospitales públicos cierran algún número de camas, que es importante en algunas de las CCAA.
Este cierre se sustenta, en principio, en 3 argumentos: primero, las vacaciones anuales del personal sanitario que se toman mayoritariamente en estos meses; segundo, el desplazamiento de población que se produce por las vacaciones (que obviamente es muy distinto entre unas y otras CCAA, más en las que no tienen costa y una población muy urbanizada); y el hecho de que la incidencia de enfermedades agudas (especialmente las víricas) suele disminuir significativamente en verano).
Pero la realidad es que la decisión suele estar basada más en el afán de ahorro de las CCAA que no sustituyen al personal de vacaciones y que no tiene en cuenta los cambios en la realidad poblacional ni en la demanda asistencial.
Resulta evidente que la situación ha ido cambiando con el tiempo y, aparte de que hay un grupo de población (que es el de más bajos recursos económicos y mayores problemas de salud) que no puede tomarse vacaciones, los hábitos actuales son de tomar periodos más cortos de desplazamientos y más distribuidos a lo largo del año, y por otro lado la climatología, con el aumento de las temperaturas y las olas de calor ha hecho que exista un aumento de la demanda asistencial específica de los meses veraniegos que debe ser atendida.
Todo ello sin tener en cuenta las abultadas listas de espera que durante estos meses se hacen aún más prolongadas, y el hecho de que no se aprovecha la disminución de otras demandas asistenciales para agilizarlas.
Por eso, desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) hemos querido evaluar las camas hospitalarias públicas que se cierran en cada una de las CCAA, y su porcentaje sobre las camas públicas funcionantes de las mismas según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad.
Como es habitual hay una significativa ausencia de datos oficiales ya que todas las CCAA parecen empeñadas en ocultar la realidad a toda costa. Por eso hemos tenido que utilizar datos recogidos de manera extraoficial y en su caso recurrir a los ofrecidos por los sindicatos. Es obvio que eso supone que los datos que se ofrecen son aproximados y que es posible que la realidad se desvíe de manera importante de los mismos, probablemente al alza.
De acuerdo con estos datos, el número total de camas de hospitales públicos que está previsto que se cierren este verano, alcanza las 12.328, es decir, el 13,70% del total de camas funcionantes en 2022 (último dato publicado por el Ministerio de Sanidad). La distribución por CCAA es la siguiente:
- Extremadura 18,17%
- País Vasco 17,83%
- Madrid 17,08%
- Andalucía 15,97%
- Cataluña 15,58%
- Aragón 15,54%
- Asturias 15,27%
- Galicia 11,31%
- Valencia 9,95%
- Murcia 9,11%
- Navarra 8,43%
- La Rioja 7,64%
- Castilla y León 7,46%
- Baleares 7,04%
- Cantabria 4,17%
- Castilla la Mancha 4,12%
- Canarias 2,03%
Como se ve, el porcentaje de camas que está previsto cerrar en casi todas las CCAA es claramente excesivo (no parece que tenga justificación un porcentaje superior al 5%-10% según los casos), y desde luego responde fundamentalmente a intereses economicistas, de ahorro presupuestario y de no sustitución de los profesionales que están en vacaciones, y no a previsiones de la demanda asistencial ni a la necesidad de disminuir las muy elevadas listas de espera.
Estamos ante una situación que habría que corregir y que deteriora aún más el ya deteriorado sistema sanitario público.
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
24 de junio de 2024