Una propuesta de la Plataforma en defensa de la Salud y la Sanidad Pública de Asturias.
El paciente no es, o no debe de ser un sujeto pasivo en la Consulta, entre otras cosas tiene que obtener adecuada información, por eso le proponemos cinco preguntas:
Estas cinco preguntas pueden guiarle en la toma de decisiones cuando su médico le proponga una prueba o tratamiento particular. Si su médico no tiene tiempo para responder todas estas preguntas en una cita, es correcto pedir otra.
- ¿Existen otras opciones?
Para muchos problemas de salud, puede haber más de un tratamiento razonable. A veces, cambiar su estilo de vida, sus hábitos alimenticios o de ejercicio, puede reducir sus síntomas o riesgos y hacer innecesario el tratamiento. Pregúntele a su médico cuáles son sus opciones.
- ¿Cómo exactamente podría ayudarme el tratamiento?
A veces los pacientes tienen una idea de lo que un tratamiento puede hacer, y el médico tiene otra idea. Usted necesita saber exactamente lo que va a ganar con el tratamiento. Un reemplazo de cadera, por ejemplo, podría permitirle caminar de nuevo con mayor facilidad, pero no curará su artritis. Pregúntele a su médico cómo se supone que el medicamento o procedimiento propuesto le ayudará.
- ¿Qué efectos secundarios puedo esperar, y qué malos resultados pueden ocurrir?
Cada prueba, medicamento, cirugía y procedimiento médico tiene efectos secundarios, y algunos pueden ser muy graves. Simplemente estar en el hospital lo expone a la posibilidad de reacciones adversas, errores médicos e infecciones hospitalarias. Es necesario conocer los riesgos para que pueda decidir si estos superan a los potenciales beneficios.
- ¿Qué evidencias existen de los beneficios y riesgos del tratamiento?
Muchos de los tratamientos y pruebas que los médicos prescriben nunca han sido adecuadamente probados para averiguar si funcionan en pacientes como usted. Usted necesita saber si el tratamiento que su médico recomienda es una terapia probada. Si no, su médico debe explicar por qué piensa que es una buena idea.
- Si se trata de una prueba diagnóstica, ¿cómo podría cambiar mi tratamiento?
Si la prueba no cambia el tratamiento, pregunte a su médico si realmente la necesita.