INFORME SESPAS COORDINADO POR EL PROFESOR CARLOS ÁLVAREZ DARDET.
Se identifican los riesgos que se proyectan sobre: (1) el acceso a los medicamentos y (2) la capacidad regulatoria gubernamental de productos como el tabaco, los alimentos procesados y el alcohol
En relación con los medicamentos, el Tratado quiere imponer a los Estados la agenda de la industria farmacéutica: (1) extensión del plazo de las patentes para compensar demoras: en el inicio del estudio de la solicitud de la patente; en el proceso de otorgamiento una vez iniciado; en el proceso de aprobación de comercialización. (2) ampliación de los sistemas de exclusividad de datos, cuyo objetivo es evitar que las autoridades regulatorias usen datos ya existentes, sobre eficacia y seguridad para registrar medicamentos genéricos. (3) ampliar la cobertura de los derechos de propiedad intelectual: a las nuevas formas y usos de los medicamentos, aunque no haya un incremento de su eficacia. (4) creación de mecanismos que faciliten la participación de grupos de pacientes (muchos controlados por la industria) durante los procesos de autorización de los medicamentos. (5) la creación de comités de consulta y revisión de los procesos de autorización de los medicamentos, que pueden convertirse en herramientas de presión por parte de la industria. (6) autorización de la publicidad directa al consumidor
El conjunto de medidas, en relación con los medicamentos, que pretende imponer el TTPI: «prolongarían el monopolio del mercado, por parte de las marcas originales, retrasando la entrada de versiones genéricas y limitando así el acceso de la población a los medicamentos“; y conseguirían “incrementar el poder de injerencia de la industria farmacéutica en todo el proceso de autorización de los medicamentos, directamente y a través de grupos de presión bajo su tutela“
En relación con las políticas de regulación del tabaco, el alcohol y los productos alimetarios, el TTIP pretende que: (1) los acuerdos los derechos de propiedad intelectual se asocien tanto a la marca como al diseño del empaque de sus productos, como mecanismo para anular las medidas para el empaquetado y etiquetado establecidas por el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco de 2005. (2) se garantice la participación de la industria en los procesos de diálogo y toma de decisiones reglamentarias, ampliando sus recursos para impugnar decisiones que impacten negativamente en sus intereses comerciales. (3) se incremente la Inversión Extranjera Directa (IED) y consolidar su poder a lo largo de toda la cadena: “Estos procesos de consolidación han permitido a la industria alcanzar economías de escala que han favorecido la reducción de precios y aumentado la disponibilidad de alimentos altamente procesados. Evidencia de esto es la asociación observada entre los aumentos de IED y de consumo de dichos alimentos, caracterizados por ser pobres en nutrientes y con alto contenido de grasas, azúcares y sal.”
Por otra parte, los riesgos sobre la democracia son importantes. El TTIP elevaría de forma efectiva al capital transnacional a la condición de estado-nación encubierto y establecería la preeminencia de los derechos de las corporaciones transnacionales sobre los humanos. Si este rumbo no cambia, el futuro democrático, social y ecológico de una gran parte de la humanidad estará seriamente comprometido. ¿Es admisible un tratado negociado en secreto?. El TTIP, como otros acuerdos comerciales similares, representa un hito en el modo de entender la organización político-jurídica, legitimando a través del Derecho la transformación de un sistema cimentado en la democracia y en una concepción del poder público al servicio del interés general o ciudadano, en un sistema en el que los representantes de los mercados tienen un rol privilegiado en las más importantes sedes de decisión.