Soy un ex interno de la cárcel de Villabona, y un día, casi por casualidad, ingresé en un módulo que me cambió la vida y que ahora el Gobierno quiere cerrar. Hace poco que salí a la calle y he logrado reinsertarme gracias a esa unidad que ahora está en peligro. Por eso os pido ayuda.
Todo el mundo en prisión desempeña un rol. Desde el que hace entrar la droga, el que la vende, el que fía productos del economato al doble de su precio, el que cambia cartones (dinero interno de prisión) por billetes normales, los que intercambian la medicación psiquiátrica… Cualquier paso debe darse cumpliendo un estricto código de silencio y de sumisión a la violencia del más fuerte.
Por éso yo no podía concebir un patio sin drogas, sin violencia, con personas dispuestas a escucharme cuando lo necesitara y que se preocuparan por mí, pero existía y quiero protegerlo. Ya hemos conseguido que el Ministro de Interior tenga ahora mismo un escrito encima de la mesa que explica por qué la UTE debe continuar, pero necesitamos que toda España le obligue a tomar partido.
Me es imposible contar todo lo que viví en la unidad, pero os puedo asegurar que lo más valioso que te puedes encontrar allí es el espíritu con el que aquello late a la vida. Firma la petición para que el Ministro impida que desmantelen este módulo, y por favor, compártela con todos tus amigos.