J. RUIZ-TAGLEMadrid|15 nov 2019 – 14:17 h|GacetaMedicaCom
Déficit de profesionales sanitarios, nuevo Real Decreto de Especialidades, marco estratégico de atención primaria… La actividad del Ministerio en Ordenación Profesional ha sido frenética y de ello hablamos con su director general, Rodrigo Gutiérrez.
Pregunta. ¿Cuáles son los datos del Ministerio sobre el déficit de médicos en atención primaria?
Respuesta. Es muy difícil hacer una estimación precisa del número de profesionales sanitarios que se precisan porque depende mucho de la estructura de cada servicio de salud. Aunque haya el mismo número de profesionales no son iguales las necesidades que pueda tener cada comunidad autónoma en función de su extensión, de la población a atender… Incluso teniendo la misma población. Un ejemplo que suelo poner e incluso lo he expuesto en algún Consejo Interterritorial es la provincia de Cuenca, en su conjunto, en comparación con Fuenlabrada. Ambas tienen 200.000 habitantes y para atender en atención primaria en Fuenlabrada hacen falta 7 equipos humanos, mientras que para atender a la población de la provincia Cuenca hay 37 equipos y 264 consultorios locales. Ahí se ve que el número de profesionales necesarios es muy distinto. También es verdad que esta especialidad no es la más demandada porque quizá no esté lo suficientemente reconocida.
P. ¿Qué medidas recoge el Plan Estratégico a corto plazo para revertir la situación?
R. Ha habido una apuesta clara por parte de la ministra y el secretario general de Sanidad, que son profesionales que han trabajado en la atención primaria y conocen perfectamente este nivel asistencial. Algo que está en manos de las comunidades autónomas en dar reconocimiento en la carrera profesional, ya sea con incentivos económicos o laborales. También el hecho de que no haya ofertas públicas de empleo o concursos de traslados.
P. ¿Y en el caso de los profesionales médicos del resto de especialidades?
R. Hay una gran variación y probablemente donde más se acusa el déficit es en las zonas rurales más alejadas de las capitales de provincia, lo que se ha llamado plazas de difícil cobertura. En estos sitios es más difícil hacer sustituciones o cubrir las jubilaciones. Es verdad que nos encontramos en un momento donde se va a producir la jubilación de una cohorte importante de médicos que sacaron su carrera a comienzos de los ochenta. También digo que nunca ha habido tantos profesionales como hay ahora. De hecho uno de los problemas que intentamos atajar también esa necesidad de especialistas es que estaban saliendo más profesionales sin especialidad de las facultades y no había suficiente número de plazas MIR para especializarse. Precisamente una de las recomendaciones del Consejo Interterritorial es aumentar ese número de plazas.
P. ¿Qué presupuesto es necesario para paliar este déficit?
R. Cuando llegamos al ministerio nos dimos cuenta que desde 2011 se habían dejado sin cubrir 12.000 plazas acreditadas existentes para formación . En concreto, en medicina familiar y comunitaria había casi 2.5000 profesionales más que podían haber salido durante este periodo de tiempo. Hay comunidades que incluso hoy piden medidas y no convocaron la totalidad de las plazas que podían. Lo que quiero decir es que en un Estado complejo y descentralizado cada uno tiene que hacer lo que le corresponde y ejercer las competencias que tiene. Yo entiendo todo pero… un MIR al año puede costar unos 60.000 euros y encontraron que probablemente era una vía relativamente sencilla de recortar, aunque con muy poca visión estratégica de futuro. También digo que hablar de déficit de profesionales está muy vinculado con las condiciones de trabajo.
P. Hablemos ahora del Real Decreto de Especialidades. Castilla-La Mancha ha lamentado que tal y como está redactado ahora el texto puede empeorar el déficit de algunas especialidades en comunidades como la suya…
R. No tendría por qué. Nosotros lo que hemos planteado es que las áreas de capacitación específica concretas en una especialidad, como puede ser hemodinámica en cardiología, se contemple que durante los cinco años de formación a partir del tercer año se pudiera cursar con una diversificación de la formación de tal forma que al acabar la formación ya tuviera ese conocimiento. Lógicamente, en todos los hospitales no hay unidades de formación de hemodinámica, por lo que eso va a limitar el número de plazas. Pero eso es la formación, luego viene la contratación. Todo este tema es curioso porque España es el país con más número de especialidades del mundo. Yo me pregunto si alguna de las especialidades podrían estar justificadas o no. Una de las cosas que yo he comprobado en este año y medio es la cantidad de intereses profesionales y que a veces compartimentan demasiado la perspectiva. No hay que olvidar que nosotros tenemos que velar por el interés general.
P. ¿Qué va a pasar con Urgencias e infecciosas?
R. Urgencias lleva tiempo reclamándolo. Hay razones que justifican sobradamente que se considere especialidad porque hay servicios de urgencia que están cubiertos por otros especialistas muy generalistas. Esto a su vez constituye, para otros, una debilidad. Si lo están haciendo profesionales que tienen ya otra especialidad qué añade. Al final lo que estamos haciendo con este decreto es reglar el sistema porque hasta ahora lo que había era mucha arbitrariedad y dependía mucho de la capacidad de persuasión e influencia de una sociedad u otra. Otro tanto pasa con infecciosas, es muy discutible su creación.