Todos sabemos que el SNS reduce mucho su actividad no urgente durante los meses de verano. En los hospitales se suspenden las cirugías no urgentes y las consultas externas que haga falta suspender. El público ni se entera: las listas de espera absorben el retraso y aquí no ha pasado nada. Ocurre lo de siempre: no hay sustitutos para los médicos hospitalarios. Normal. ¿O acaso esperamos que haya miles de cardiólogos, neumólogos, internistas, intensivistas, etc. en el paro esperando estos contratos de sustitución en verano? ¿A que no? Como consecuencia, se cierran miles de camas todos los veranos: el sistema al ralentí durante el estío.
Por lo visto, la gente no enferma en verano
Este verano lo hemos vuelto a hacer. Hemos cerrado casi 9.000 camas. Ya da igual encontrarnos en plena ola veraniega de Covid19. Ya da igual que un verano mucho más caluroso de lo normal haga que se descompensen muchos más enfermos crónicos que ingresan y mueren por cientos. Este verano hemos cerrado camas como todos los veranos, como si aquí no pasara nada, como siempre se ha hecho. Definitivamente, los españoles enferman menos en verano. Además, la reducción de camas en los hospitales españoles ha sido manifiesta en los últimos años. A mediados de 2020, pocos meses antes de la pandemia, se estimaba que España había perdido 9.000 camas de hospital desde 2000.
Por lo visto, faltan médicos pero sobran camas
Por lo que hacen y dicen los responsables políticos sanitarios, en España, sobran camas y faltan médicos. Sin embargo, los datos oficiales dicen lo contrario. En camas, nos encontramos bastante por debajo de la media de los países desarrollados y bastante por encima de la media en médicos. ¿Cómo es posible que sobren camas y, al mismo tiempo, falten médicos? Y, por supuesto, que se hayan cerrado este verano casi 9.000 camas nada tiene que ver con la saturación de los pasillos de las urgencias hospitalarias con pacientes encamados esperando una cama en planta para ingresar. Pero nada que ver.
Las bolsas de empleo vacías
El prehistórico, casi rupestre, sistema de bolsas de empleo médico en la sanidad pública española no funciona. Nunca ha funcionado en los hospitales, pues allí se ha contratado según intención de los jefes de servicio. Solo funcionó en atención primaria mientras hubo «petróleo barato». Como ya no lo hay, pues ya no funciona tampoco en atención primaria y se publican noticias de que las «bolsas de empleo» médico para primaria están vacías. Conclusión: no hay médicos y, por tanto, hay que formar más médicos. Sin embargo, esto no evitará que nuestros médicos sigan emigrando y, en consecuencia, no volverán nunca más los tiempos de aquel «petróleo barato», tan añorado por nuestros políticos sanitarios que presionan a la «autónoma» Universidad para fabricar más médicos. En breve, España rozará los 9.000 alumnos admitidos a primero de medicina.
Tiempos de espera en máximos históricos en hospital y en primaria
Más de 700.000 personas se encontraban, a fecha de 31 de diciembre de 2021, esperando para ser operadas en los hospitales del país: el peor dato de la serie histórica. Los tiempos de espera para la intervención o para consulta con especializada también en máximos. La espera para ser atendido por el médico de familia del centro de salud también en máximos. Esto último lo cuenta muy bien Jesús Palacio en este tuit:
Pese a todo, seguimos con las rupestres «bolsas de empleo»
España perderá 80.000 médicos por jubilación en los próximos 10 años, a razón de una media anual de entre 7.000 y 8.000. El asunto será mucho peor entre los médicos de familia de los centros de salud, pues se trata del grupo de especialistas más envejecido del SNS. Y en esta situación, seguimos esperando que miles de médicos se «apunten» a unas bolsas de empleo que hace mil años que no sirven absolutamente para nada. El despropósito es de magnitudes cósmicas.
La orquesta sigue tocando como si no pasara nada
Cerramos miles de camas este verano, como siempre hemos hecho, como si no pasara nada. Como si no se pudiera saber que íbamos a tener una ola pandémica incluso mayor que la del verano pasado. Como si no se pudiera saber que miles de pacientes crónicos precisarían ingreso por descompensación de su patología por Covid19, por el calor de un verano que amenaza con una sobremortalidad por altas temperaturas superior a la suma de los dos veranos previos o por ambas cosas. ¿Qué tipo de gestión sanitaria tenemos que sigue haciendo lo que siempre se ha hecho cuando sabemos que no sirve para nada y probablemente sea contraproducente para la salud de los más vulnerables? No sé si los especialistas en salud pública han dicho algo al respecto del cierre de casi 9.000 camas en plena ola pandémica y en plenas olas de calor. A lo mejor han dicho algo y yo no me he enterado. Aunque me parece que la orquesta del Titanic sigue interpretando la tonadilla del mejorsistemasanitariodelmundo, como si no pasara nada, mientras el barco se hunde. La gestión sanitaria de la propaganda produce muertos y solo le importa que haya más «petróleo barato». La sanidad pública se nos ha roto y su gestión en modo propaganda perjudica nuestra salud